La hidroterapia de colon es una técnica terapéutica para la limpieza del intestino grueso con agua que tiene el potencial de limpiar todo el colon de heces, gases y residuos digestivos acumulados en la luz y en la pared intestinal. Las heces acumuladas son una gran fuente de toxinas que acaban en la sangre y que tienen que ser procesadas por el hígado y el riñón, suponen una fuente de gases que pueden inflamar el intestino causando dolor e interfieren en el movimiento intestinal, perpetuando el estreñimiento.

Para la medicina natural, las estrategias de limpieza y detoxificación son muy importantes. Pero, normalmente, depurar toxinas acumuladas supone que el órgano emuntorio implicado realice un esfuerzo extra para procesar esas toxinas movilizadas. No pasa eso en el caso de la hidroterapia. Hay una fuente importante de tóxicos dentro del organismo (las heces acumuladas) y al cabo de unas sesiones, no están. Y ni el intestino, ni el hígado ni el riñón han tenido que hacer un esfuerzo extra. Magia! Me encanta.
Esta técnica me ha fascinado desde mi época de estudiante. Siempre la he recomendado como complemento a mi propio tratamiento y en cuanto tuve la oportunidad, empecé a realizarlas yo personalmente. En este artículo voy a contaros en qué consiste esta terapia y animaros a probarla.
En qué consiste la hidroterapia de colon

Consiste en sucesivos ciclos de introducción y evacuación de agua purificada que puede llevar disueltos otros elementos (como minerales u ozono), normalmente caliente, a través del recto con la ayuda de maquinaria especializada.
El paciente permanece recostado en la camilla, boca arriba o de lado, durante la sesión. La introducción de la cánula no resulta dolorosa en absoluto ya que tiene un diámetro pequeño, de 3cm, y se lubrica adecuadamente. A esa cánula se conectan dos tubos, uno estrecho por el que entra el agua limpia y uno más grueso por el que sale el agua que se ha acumulado dentro, arrastrando los residuos fecales. Ambos tubos van conectados a la máquina especializada que gestiona el agua de entrada (su temperatura, su caudal y su mezlca con sustancias terapéuticas si procede), controla la presión interna del intestino y canaliza el agua de salida hacia la red de aguas residuales. El agua que introducimos está osmotizada y dependiendo de la situación puede contener también ozono u otras sustancias terapéuticas. El caudal de entrada es bajo, es decir que el agua no entra a presión llenando rápidamente el intestino sino que entra poco a poco. Normalmente trabajamos con agua caliente ya que ayuda a ablandar las heces, a desincrustar los restos adheridos a la pared intestinal y a relajar la musculatura pero también podemos utilizar agua tibia o fría (si queremos estimular el movimiento intestinal o si hay hemorroides ya que no les sienta bien el calor local). Durante la sesión, se realizan diversos ciclos de llenado y vaciado. En la fase de llenado, se sella el extremo del conducto de salida, de forma que el agua que entra, al no poder drenarse, se va acumulando poco a poco dentro del intestino. Cuando la presión en el interior del recto registrada por la máquina llega a cierto nivel, procedemos a abrir el conducto permitiendo que el agua salga a través de cánula arrastrando gases, heces, mucosa muerta, parásitos y residuos digestivos. No se trata de un proceso de aspiración, el agua sale debido a la diferencia de presiones. Cuando lo considero oportuno (hay muchos criterios que pueden influir), vuelvo a cerrar el conducto de salida procediendo a un nuevo llenado y, por lo tanto, a un nuevo ciclo. Durante los vaciados, puede ser interesante realizar un masaje abdominal que ayude a desprender los residuos, a deshacer impactaciones y a movilizar el agua.
Por qué es recomendable la hidroterapia de colon?
Porque mucha gente tiene el colon atascado de heces y la pared intestinal tapizada de restos fecales. Incluso muchos de los que creeis que no padecéis estreñimiento (como ya conté en el artículo anterior “Estreñimientos ocultos“). Las heces son una fuente grave de toxinas. Para haceros una idea de lo tóxicas que son las heces, sabed que cuando una persona que padece insuficiencia hepática se estriñe, puede presentar un cuadro de confusión y demencia, incluso coma, que se revierte con laxantes. Cualquier persona que haya estado estreñida durante más de 3 días os dirá cómo afecta eso al estado de ánimo y al rendimiento mental.
Además del factor intoxicación, la suciedad intestinal tiene otras consecuencias menos evidentes para quien la padece. Por un lado, las pareces manchadas están cubiertas de una costra de heces que favorce un terreno desfavorable para la flora probiótica (las bacterias que necesitamos) y que en cambio favorecerá la conquista de otros microorganismos que deberían estar en cantidades discretas (proteolíticas, hongos, parásitos, etc). Es como tener un terreno con poca tierra, lleno de basura, con poco sol y regado por lluvias ácidas: ahí no van a crecer rosales ni gardenias, crecerán malas hierbas. Eso es una disbiosis y las disbiosis son muy peligrosas porque afectan profundamente a la capacidad defensiva de todo el organismo. Todos los trastornos inmunitarios son favorecidos por un mal estado de la flora intestinal: las enfermedades autoinmunes (cuando la defensa está mal dirigida), las alergias (cuando la defensa está desbocada), las infecciones y el cáncer (cuando la defensa es insuficiente).
La hidroterapia de colon es la mejor opción para potenciar el tratamiento de las intoxicaciones, del estreñimiento y de las disbiosis.
Dudas y mitos sobre la hidroterapia de colon
Durante el tiempo que llevo ejerciendo como hidroterapeuta, he oído gran cantidad de miedos y objeciones y hace tiempo que quería hacer un artículo sobre el tema para dar respuesta a esas inquietudes y dudas.
¿Es lo mismo una hidroterapia de colon que un enema o lavativa?
No. Un enema se hace con mucha menos agua y, al no haber presión de entrada, es muy improbable que se llegue más allá del colon descendente. La hidroterapia de colon, en cambio, puede limpiar todo el intestino grueso desde el recto hasta el ciego. Un enema puede ayudar a vaciar el recto y el sigma de heces pero no sirve para limpiar profundamente las pareces intestinales sucias ya que a menudo esa suciedad está muy incrustada y se prolonga a lo largo de todo el intestino grueso.
¿El agua puede llegar hasta el estómago?
No. El estómago está conectado al intestino delgado, que mide unos 10 metros. En el otro extremo, el intestino delgado se conecta con el intestino grueso. Esa conexión es de un solo sentido gracias a la válvula iliocecal. Es decir, el contenido del intestino delgado pasa al colon pero al revés prácticamente no hay circulación, el paso de sustancias del colon al intestino delgado es anecdótica.
¿La hidroterapia puede producir perforaciones?
Decir que la hidroterapia puede producir perforaciones es como decir que ir al gimnasio puede producir roturas de huesos: si una persona va al gimnasio sin saber que padece osteoporosis y se rompe un fémur haciendo la misma clase de zumba que hacen el resto, la culpa no será de la zumba, sino de la osteoporosis. Y si lo dice y el instructor le recomienda hacer esa clase, la culpa seguiría sin ser de la zumba, sería del instructor. Ese miedo se basa en malos entendidos más que en la probabilidad real de que suceda. Durante la terapia, se van haciendo ciclos de llenado y vaciado. Al final de una sesión, pueden haber pasado por el colon decenas de litros pero en cada ciclo se habrán introducido lo que hayan admitido el paciente y su intestino, lo habitual son entre 1 litro y 6 litros. Aunque se diese el caso de que un terapeuta mantuviese la fase de llenado indefinidamente, desoyendo las quejas del paciente, lo que pasaría es que rebosaría fuera de la cánula o, si la máquina es de las más modernas, ella misma detectaría una presión excesiva y realizaría un vaciado automático. La única situación en la que se podría producir una perforación durante una hidroterapia, sería que hubiese una debilidad en algún punto de la pared intestinal y que el paciente no lo hubiese advertido al terapeuta, que siempre pregunta específicamente. Precisamente por eso esta terapia está contraindicada en caso de diverticulitis, enfermedad inflamatoria intestinal en brote, úlceras intestinales y intervenciones quirúrgicas recientes.
¿Y una hidroterapia de colon es suficiente para limpiar bien el intestino?
La hidroterapia de colon es beneficiosa desde la primera sesión pero a menudo, sobretodo si el intestino estaba bastante sucio, son necesarias tres sesiones para completar la higiene intestinal. No obstante, las personas que adquieren la costumbre de hacerse una sesión cada 6 o 12 meses a menudo sólo necesitan una sesión cada vez.
Espero que este artículo os anime a cuidar de esa parte tan importante de vuestra anatomía tan ignorada por culpa de tabús y pudores absurdos!