El mediodía de San Antonio estuvo especialmente iluminado, no solamente por el sol que alumbró dando calor, también porque Solange Musse tuvo su homenaje, un momento nostálgico, si bien el dolor de no poder despedir a Solange, vivido por el padre, el resto de la familia y entorno, fue tan inmenso, también la repercusión de la historia tuvo frutos buenos, dio esperanza a muchos que atraviesan difíciles momentos en esta pandemia que no da tregua.
Su padre, que lleva su dolor a cuestas, y su lucha conocida por todo el país, en este acto pudo ver reflejado que no fue en vano, una vecina le manifestó que gracias a él y todo lo que tuvieron que padecer, pudo despedir dignamente a su padre recién fallecido.
En redes sociales publicaba Alicia Salvitti: «Un sentir inexplicable abrazarte y darte las graciasss…. Pablo Musse, de una desgracia como la que tuviste que pasar algo bueno salió. Poder contarte que Gracias a lo que tuviste que pasar, yo pude hacer valer mis derechos y despedir a mi padre en sus últimas horas de vida.. Simplemente gracias, Gracias, Beso al cielo a dos Ángeles. Mi papá Lito Salvitti y otro a Solange.»

Pablo Musse, padre de Solange Musse, asistió al salón de sesiones del Concejo Deliberante junto al Intendente Adrian Casadei, en el momento en que el cuerpo legislativo aprobara por unanimidad el proyecto de ordenanza que constituye a denominar al espacio público del barrio magisterio. “Solange Musse, hasta el último suspiro tengo derechos”.

La iniciativa presentada por vecinos, acompañada de más de 120 firmas, cumplió con todos los pasos correspondientes incluido el registro de oposición que no tuvo firmas. La ordenanza ya promulgada fue entregada a la familia de Solange en el acto de la plaza a las 12hs, previa lectura ante los vecinos. La idea de bautizar el espacio verde con el nombre de la joven surgió de los vecinos, debido a que Solange residió allí durante su adolescencia y fue un espacio al que habitualmente concurría con sus amigas adolescentes.
Había llegado con su familia cuando era una niña. Estudió en la escuela primaria número 6 y luego siguió el secundario en el entonces CEM 38 de San Antonio Oeste. Inicialmente vivieron en Puerto San Antonio Este, donde sus padres atendían una confitería.
A los pocos años con su hermano se instalaron en una casa del barrio Magisterio. Después se mudó a Córdoba, de donde son oriundos, y estudió para azafata. Mientras que su familia se radicó en el Alto Valle.

La joven Solange que cumpliría 36 años, conmovió al país debido a que falleció de cáncer de mama en Córdoba, su padre, que vive en Neuquén, no fue autorizado a ingresar a esa provincia para acompañarla en sus últimos momentos.
A partir de hoy un espacio en San Antonio Oeste lleva su nombre, Solange Musse y la frase que se popularizó escrita por ella, tres días antes de su muerte. «hasta el último suspiro tengo derechos”

Hoy 23 de octubre Solange cumpliría 36 años y toda la familia está en San Antonio Oeste, donde los Musse vivieron entre 1985 y 2005.
«Llevaremos las cenizas de Sol allá, que es donde pidió descansar el resto de su vida», dice Pablo. «Las vamos a arrojar al mar, un mar que tanto disfrutó y donde fue feliz», completaba Beatriz, su tía en una nota periodística.
Con mucha emoción reinante, se descubrió el monolito de la plaza, obra de la artista Rossana Gómez.

Un grupo de amigas y amigos, ex compañeros de colegio, le hicieron entrega de un retrato pintado a la familia. El Intendente Adrian Casadei hizo lo propio con una obra llamada «Solange» de la artista Cecilia Barroso que representa un delfin del golfo realizado en madera recuperada del mar. Este presente, fue alusivo al hecho que aconteció en las primeras horas de la tarde, en la playa «Las Conchillas» de San Antonio Este, donde la familia cumplio con el pedido de la jóven, y sus cenizas fueron arrojadas al mar del Golfo San Matias para su eterno descanso.

Este presente, fue alusivo al hecho que aconteció en las primeras horas de la tarde, en la playa «Las Conchillas» de San Antonio Este, donde la familia cumplió con el pedido de la jóven, y sus cenizas fueron arrojadas al mar del Golfo San Matias para su eterno descanso.